El software de código abierto es la respuesta más obvia a estos llamados, y de la que más se habla. Sin embargo, cuando se trata de abrir el código y promover prácticas transparentes, hay muchas opciones para elegir. Dado que CitizenLab está en proceso de transición hacia el código abierto, a continuación te recordamos cuáles son estas opciones y cómo pueden funcionar juntas.
Código abierto: abierto hasta el final
Wikipedia define el código abierto como “el código fuente que se pone a disposición del público para su posible modificación y redistribución”. En otras palabras, los productos de código abierto son productos cuyo código fuente es visible, lo que permite a cualquiera copiarlo y modificarlo para crear su propia versión del producto, de forma gratuita. La Iniciativa de Código Abierto establece que el código abierto debe cumplir una lista de criterios, entre ellos:
- Distribución gratuita: una licencia de código abierto no puede exigir una cuota o derechos de autor para su distribución.
- Código fuente: el código fuente del producto de código abierto debe ser fácilmente accesible.
- Distribución: el código abierto tiene derecho a ser distribuido y modificado. Las reproducciones y modificaciones de este código se rigen por los mismos términos que la licencia del software original.
El código abierto promueve la transparencia y la responsabilidad, por lo que refuerza la confianza. Esta confianza es fundamental tanto para el proceso como para las decisiones tomadas, por lo que los algoritmos visibles son especialmente importantes para herramientas como la nuestra.
El software de código abierto también estimula la innovación colaborativa al permitir que los usuarios trabajen juntos y contribuyan al producto. El Índice Abierto de Calidad del Aire, una herramienta de código abierto que permite a los usuarios de todo el mundo compartir y comparar datos sobre la calidad del aire, es un ejemplo fantástico de cómo el código abierto puede contribuir al bien público. También tiene un impacto enormemente positivo en el sector público: museos como el Met utilizan el código abierto para compartir sus colecciones con el mundo e iniciativas como Code4Health (liderada por el NHS) han permitido a residentes de todo el Reino Unido poner sus habilidades al servicio del interés general.
Fuente disponible: transparencia primero
A pesar de las ventajas que presenta el código abierto, no es una solución que funcione para todos los gobiernos. En primer lugar, el código abierto requiere algunos conocimientos técnicos y recursos avanzados: no todos los gobiernos y organizaciones pequeñas tienen los conocimientos técnicos -y, lo que es más importante, los medios financieros- necesarios para desplegar y modificar el software.
La seguridad es otro problema. El mantenimiento y la seguridad de una plataforma (y en particular de una plataforma de participación comunitaria, que puede incluir información personal sensible y en la que los usuarios discuten opiniones personales) es de suma importancia. Trabajar con una herramienta totalmente de código abierto requiere un mantenimiento interno, que tiene un coste humano y financiero.
Como repite el software de código abierto Sentry: ¡el código abierto está lejos de ser gratuito! Los pequeños actores con medios y conocimientos técnicos limitados suelen preferir las licencias de código abierto, que les permiten mantener un alto grado de transparencia al tiempo que garantizan el soporte técnico y la seguridad a un coste menor. En este modelo, el código sigue siendo visible pero se requiere una licencia comercial para copiarlo, activarlo o modificarlo. El soporte técnico también puede ser garantizado por un tercero y compartido entre organizaciones, lo que limita los costes de mantenimiento. Las licencias de disponibilidad de fuentes permiten una menor colaboración, pero siguen garantizando la transparencia y la mayor confianza que ésta puede aportar.
Núcleo abierto: funcionalidades esenciales
El núcleo abierto es un modelo algo híbrido que combina software de código abierto y cerrado. Como su nombre indica, los productos de núcleo abierto suelen abrir sus funcionalidades básicas mientras mantienen algunas funcionalidades más avanzadas tras un muro de pago. Permite un mayor acceso y colaboración, al tiempo que proporciona seguridad a las grandes instituciones. Algunos ejemplos de empresas de núcleo abierto utilizadas en las administraciones locales son GitLab (un software para desarrolladores) y Confluent (una plataforma de datos para las administraciones).
Durante los últimos 5 años, CitizenLab ha trabajado con más de 270 clientes en 18 países. Como plataforma de participación comunitaria utilizada por los gobiernos para conectarse con los residentes e involucrarlos en la toma de decisiones, sabemos el papel vital que juegan la apertura y la confianza en la consolidación de nuestras democracias locales. Creemos que las herramientas de acceso abierto son el futuro, pero también sabemos que nuestros clientes necesitan seguridad avanzada, apoyo técnico y orientación sobre las mejores prácticas de participación. Para practicar lo que predicamos y adaptarnos a las necesidades de los gobiernos locales, estamos pasando a un modelo de núcleo abierto.
El código de nuestras funcionalidades principales está pasando a una licencia AGPL de código abierto, lo que permite a los pequeños gobiernos y organizaciones locales impulsar sus propios proyectos de participación. Nuestras funcionalidades más avanzadas (las que actualmente se incluyen en nuestro plan Esencial o Premium) pasarán a ser de fuente abierta. Si quieres saber más, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
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