Según la investigación de SmartCitiesWorld, sólo el 10% de las organizaciones del sector público (ciudades, autoridades locales, operadores de transporte público, etc.) y el 0% de las organizaciones del sector privado afirmaron que lo estaban haciendo “muy bien” con la participación ciudadana. Aun así, ambos tipos de organizaciones reconocieron el inmenso valor y la importancia del compromiso de la comunidad y la participación pública.
Así que, si el valor de la participación no está en discusión, ¿cuáles son los retos de la participación pública y cómo puede conseguir que su comunidad se comprometa más?
El 33% teme que el público exija cosas que no puedan cumplir
Cuando se pone en marcha un proyecto de participación comunitaria, es fundamental gestionar las expectativas. Todo proyecto de participación requiere una comunicación abierta y transparente y el establecimiento de la confianza entre los miembros de la comunidad y las administraciones locales. Cuando hay comprensión y respeto mutuos, ambos pueden trabajar juntos para crear conjuntamente soluciones que beneficien a todos.
En Escocia, el Ayuntamiento de Stirling lanzó su plataforma con una opción de peticiones ascendentes, a través de la cual los residentes podían proponer ideas directamente al Ayuntamiento. Lo hicieron con un plan establecido y comunicaron claramente el proceso a los participantes. De este modo, gestionaron las expectativas y crearon una estructura para un compromiso productivo.
El 22% teme que no participen suficientes personas
Lo más importante de tu plataforma de participación digital es que los miembros de tu comunidad la utilicen realmente. Para llegar al mayor número de personas posible y reflejar las diversas opiniones y necesidades de tu comunidad, opta por una combinación de algunos métodos de participación, como: encuestas en papel, puestos físicos en zonas de gran afluencia (como tiendas de comestibles o parques), una plataforma digital de participación comunitaria y las redes sociales. Asegúrate de que los miembros de tu comunidad tienen claro cómo participar, y crea un plan para cerrar los ciclos de retroalimentación para que vean el valor de volver a hacerlo en el futuro.
En Estados Unidos, el equipo de la ciudad de Lancaster (Pensilvania) combinó métodos offline y online para lograr una participación más equitativa de la comunidad. Dando al público múltiples formas de participación -como el uso de códigos QR en carteles por toda la ciudad y la asociación con la autoridad de la vivienda para recoger encuestas manuales que luego se subían a su plataforma digital- la plataforma se lanzó con 13 veces más participantes si se compara con los “sospechosos habituales” que asisten a las reuniones del ayuntamiento.
El 17% teme que la involucración del público sea demasiado cara
El gasto es un argumento habitual contra la participación comunitaria, pero ¿es la participación realmente tan cara? Sin duda, la adquisición y puesta en marcha de una plataforma digital (o de un proyecto de participación offline) requiere una inversión inicial. Pero resulta que la falta de participación puede resultar más cara. La participación de la comunidad ayuda a garantizar que las políticas se hagan de acuerdo con los deseos, necesidades y prioridades de su comunidad. Y eso, a su vez, crea una toma de decisiones más impactante y la financiación de proyectos que realmente son importantes para la comunidad.
En el distrito londinense de Newham, la planificación urbana colectiva incluyó a los residentes en la priorización de más de 4,1 millones de libras. Al co-crear el futuro de la ciudad con los residentes, las empresas y otras partes interesadas locales, la ciudad fue capaz de priorizar el gasto.
75% en la brecha tecnológica
A medida que las ciudades se centran más en la innovación tecnológica y las soluciones tecnológicas “más inteligentes”, su visión sobre la necesidad de la participación de la comunidad también está evolucionando. Según el estudio de SmartCitiesWorld, “3/4 de los encuestados del sector público, y todos los del sector privado, afirmaron que el compromiso de los ciudadanos se vuelve más importante a medida que las ciudades presionan para ser más inteligentes utilizando la tecnología.”
Se puede debatir si la innovación tecnológica aumenta la necesidad de una mayor participación, pero lo que sabemos con certeza es que las innovaciones tecnológicas, como la inteligencia artificial y el auge de la PNL (procesamiento del lenguaje natural), han transformado los proyectos de participación comunitaria. En los últimos años, estos avances han facilitado cada vez más el procesamiento de grandes muestras de información de la comunidad y la extracción de información útil.
Cuando los organizadores belgas del movimiento Youth4Climate pusieron en marcha su plataforma de participación comunitaria, pudieron recoger 1.700 ideas, 2.600 comentarios y más de 32.000 votos de apoyo a las distintas ideas propuestas. Con la ayuda de la PNL de la plataforma, pudieron destilar rápidamente las principales categorías de todas esas aportaciones e identificar una lista de las 15 principales prioridades del movimiento. Esta lista se utilizó entonces para orientar la defensa del cambio político.
Abordar los retos con datos
En nuestra era digital, el uso de los datos públicos y las cuestiones de privacidad son temas delicados. Si el público siente que sus datos están siendo mal utilizados, esto puede impedirle participar. Si a ello se suma el hecho de que el mayor obstáculo del sector público para hacer más con los datos es la falta de competencias y herramientas necesarias, hay margen de mejora. Pero si queremos superar los principales obstáculos a la participación comunitaria, necesitamos soluciones basadas en los datos.
El camino a seguir es una mayor transparencia y una mayor confianza. Cuando los miembros de la comunidad tienen suficiente información sobre sus esfuerzos de participación y saben cómo se utilizan (o no) sus aportaciones, es más probable que participen una y otra vez. ¿Y la mejor manera de romper las barreras de la participación? Prepárese para las conversaciones difíciles, aprenda a practicar la participación inclusiva y mejore la forma de utilizar las soluciones en línea para el diálogo.